jeudi 21 novembre 2024

DM: à remettre, manuscrit et en main propre, le 2 décembre 2024

 

Jeudi 21 novembre 2024

Informe: DM à remettre, manuscrit et en main propre, le 2 décembre 2024

 

Jeudi 21 novembre 2024

DM: à remettre, manuscrit et en main propre, le 2 décembre 2024

 

SUPUESTO : Formación, paro, inserción

Usted está trabajando en la consultoría « Formación glob@l ». Su directora, la señora Macarena REQUENA SANTOS, le encarga la elaboración de un informe sobre  « La formación, la IA, el paro y la inserción profesional » (apóyese en los documentos propuestos –y otros estudiados- para elaborarlo y cuide tanto la calidad de la expresión como la estructura del informe).

 

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De la facultad a la FP

ELSA GARCÍA DE BLAS, EL PAÍS, 16 DE FEBRERO DE 2014

Ainhoa Serrano, madrileña de 24 años, cambió la carrera de Turismo en segundo curso por un ciclo de FP superior de Integración Social cuando sus padres perdieron el empleo. “Intenté ponerme a trabajar para pagar la matrícula y mis gastos, pero no me salió nada. La carrera me costaba 700 euros al año. En casa somos cuatro y ahora solo mi padre cobra el subsidio”, cuenta desde Málaga, adonde se mudó para estudiar la Formación Profesional. Allí le sale prácticamente gratis. Solo 1,20 euros de seguro escolar por curso, porque en Andalucía no han subido las tasas, como en Madrid o Cataluña, donde ya cuesta en torno a los 400 euros. Pero incluso a pesar del aumento de tasas, la enseñanza superior no universitaria ha despegado en alumnos coincidiendo con el estallido de la crisis. Desde 2008 ha ganado un 35% de estudiantes. El descenso de alumnos universitarios, aunque leve, no ha comenzado a notarse hasta hace dos años. En los dos últimos cursos han bajado un 1,6%. Los datos apuntan a un cierto trasvase de los campus a la FP.

Un total de 300.632 alumnos cursan ahora un ciclo de FP superior en España (77.534 más de los que lo hacían al comienzo de la crisis, en 2008). En la Universidad, este curso 2013- 2014 son 1.438.115 los matriculados, cerca de 19.000 menos que hace dos años. “Vengo de la generación en la que ir a la Universidad era lo obvio. Si te preguntaban qué querías hacer siempre contestabas que una carrera”, dice Ainhoa, a la que tampoco hizo gracia tener que abandonar la facultad. La mayoría sigue prefiriendo, de hecho, el camino universitario al de la enseñanza profesional. El 64,8% de los que decide seguir estudiando tras la etapa obligatoria opta por el Bachillerato frente al 35,2% que elige la Formación Profesional. Son 23 puntos de distancia con el promedio europeo (donde un 58% prefiere la FP).

Pero la crisis aprieta y el precio de pasar por un campus ya no está al alcance de cualquiera. La subida media del coste de una titulación en los dos últimos cursos alcanza casi el 20%. Estudiar hoy un grado en una facultad pública cuesta de media 1.105 euros al año, pero llega a los 2.000 euros en Cataluña o a los 1.500 en Madrid (y se queda en torno a 700 en Galicia, la comunidad más barata) por las enormes diferencias entre autonomías. En cambio, un título de FP superior, que también exige el Bachillerato para entrar o una prueba específica y otorga un nivel de cualificación ligeramente inferior al de graduado universitario, es mucho más barato, incluso en las comunidades que han aplicado el tasazo.

EN CIFRAS

1. Los estudiantes de Formación Profesional Superior han aumentado un 35% en seis años.

2. 300.632 alumnos cursan ahora un ciclo en España frente a 1.438.115 de universitarios.

3. Madrid, Cataluña y Aragón cobran tasas por estas enseñanzas, de hasta 400 euros por curso. En Andalucía la cantidad se rebaja a apenas un euro de seguro escolar por curso.

4. Hay más de un centenar de títulos, como Animaciones 3D, Química industrial o Artista fallero.

5. El salario medio de un titulado de FP superior es de 15.417 euros frente a los 23.259 euros de media de los antiguos licenciados y los 19.697 euros de media de los antiguos diplomados (hoy subsumidos en grados), según datos de 2010.

6. Un 64,8% de los que sigue estudiado tras la Educación Secundaria Obligatoria elige el Bachillerato frente al 35,2% que prefiere la FP.

7. El 13,0% de la población de 30 a 34 años tiene un nivel de educación superior no universitaria frente al 27,7% que tiene educación universitaria.

8. Se prevé que en 2020 la mitad de los puestos de trabajo requieran una titulación media mientras que un 35% necesitarán titulación superior.

9. El 40% de los titulados universitarios trabaja seis años después en un puesto inferior a su nivel de estudios.

“A los que somos de familia trabajadora nos cuesta mucho pagar unos estudios universitarios”, afirma Raúl Rivas (24 años) que cursa el segundo año de un ciclo de FP superior de Aplicaciones web en Leganés, Madrid. “Mi padre está en paro, mi madre prejubilada y no pueden ayudarme a pagar mi formación, por eso elegí la FP”, añade. Trabaja los fines de semana en un restaurante de comida rápida y con eso se costea los 180 euros del curso. La subida a 400 euros del Gobierno madrileño no le ha pillado porque ya está en segundo y ha empezado a aplicarse a los de primero.

Pero no solo es el precio. La Formación Profesional superior ofrece otras ventajas comparativas con la Universidad, como su duración —el ciclo son dos años frente a los cuatro del grado— y las prácticas profesionales que incluye de forma obligatoria, de unas 400 horas, que permiten a los estudiantes poner un pie en la empresa y abrir el camino hacia el puesto de trabajo. “Es verdad que ahora menos, pero hace unos años se nos colocaban casi todos en las prácticas”, cuenta Ildefonso Narro, jefe de estudios del instituto Juan de Mairena, en Madrid.

Un estudio de inserción laboral de los graduados en enseñanzas profesionales en Cataluña de este pasado enero, que puede servir como radiografía a falta de datos nacionales, revela que la tasa de paro del colectivo es inferior a la general de la comunidad: un 16,56% está desempleado, frente al 24,53% de la población activa catalana.

“Es una pena que tenga que ser la crisis la que ponga a la FP en su sitio”, lamenta Francisco de Asís Blas, que la conoce en detalle como ex director general de FP que dirigió la reforma de estos estudios incluida en la LOGSE en los noventa. “Es mejor enseñanza que la universitaria. (...) Cuesta menos, tanto para el alumno como en recursos públicos, sus planes de estudio preparan mejor para el trabajo, porque están elaborados con expertos de los sistemas productivos, y se corresponde mejor con las necesidades laborales del país”, sostiene.

Porque no hay tantos trabajos cualificados como titulados universitarios. El 40% de los que acabaron la carrera hace seis años está empleado en puestos por debajo de su nivel de estudios, según un informe elaborado por el Ministerio de Educación y presentado la semana pasada. “Nadie se atreve a decir que es un disparate que no haya límites de plazas en las universidades. Pero los titulados se tienen que corresponder con las ofertas de empleo de nuestro sistema productivo”, defiende De Asís Blas. Es el modelo de la pirámide invertida que tenemos, explica. “Que hay más capitanes que sargentos, y eso no tiene ningún sentido”.

Y el futuro laboral, lo dicen las previsiones, requiere más sargentos que capitanes. Las estimaciones de empleo para 2020 que presentó el ministerio en 2011 en el mapa de la oferta de la formación profesional en España indican que, para entonces, el 50% de los trabajos disponibles requerirán un nivel medio de cualificación, frente a un 35% de titulación superior. Aunque los titulados en FP de grado superior obtienen una cualificación alta (el nivel medio es el Bachillerato o la FP de grado medio), el informe dice también que los formados por FP superior, que son especialistas pero también “polivalentes”, podrán dar respuesta a las necesidades medias. O lo que es lo mismo: que tal vez encuentren un trabajo.

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AMÉLIORER L’INSERTION PROFESSIONNELLE, UN OBJECTIF FORT

Le 4 avril 2014, le Conseil général de la Seine-Saint-Denis a lancé son Pacte territorial d’insertion, en coordination avec les services de l’État et de la Région. L’objectif de ce dispositif : mieux coordonner les actions des différents acteurs de l’insertion et ajuster les parcours des personnes sur le chemin du retour à l’emploi avec les besoins de recrutement.

Dans la lutte pour l’emploi engagée par le Département, le volet de l’insertion n’est pas le moindre des combats. Réinsérer par le biais de l’activité économique et ramener vers l’emploi des chômeurs de longue, parfois de très longue durée, est en effet primordial.

Avec 93 700 foyers bénéficiaires du Revenu de solidarité active (RSA), allocation destinée aux personnes sans revenu d’activité ou parvenues en fin de droits de chômage, le Conseil général de la Seine-Saint-Denis en a pris la mesure depuis longtemps. Voilà pourquoi il soutient actuellement 282 structures d’insertion sur son territoire et finance également 2 400 places de formation. […]

 Néanmoins, beaucoup d’efforts restent encore à faire dans le domaine de l’insertion professionnelle pour mieux fédérer les initiatives des acteurs du domaine (entreprises, branches professionnelles, organismes de formation, structures d’insertion par l’activité économique - SIAE, État, Région et projets de ville).

            C’est justement l’objet du prochain PTI (Pacte territorial d’insertion), qui a été lancé vendredi 4 avril et qui doit déboucher en décembre 2014 sur une signature avec les partenaires institutionnels.

L’une des idées phares de ce pacte est notamment de renforcer l’idée de parcours d’insertion et de formation, et de l’ajuster aux besoins des employeurs. Car une formation acquise dans un domaine où il n’existe pas d’offres d’emploi sert en définitive à peu de choses.

            Dans toutes les étapes de son processus de retour à l’emploi – pré-entretien, entretien, formation, salariat en insertion, puis sortie de la structure – la personne en insertion doit ainsi pouvoir être accompagnée et orientée avec le plus de pertinence possible. […]

Pour le public concerné, les freins à l’emploi peuvent en effet être multiples : confiance fragilisée à la suite d’une longue période de chômage, difficultés linguistiques, problèmes de logement, possibles handicaps.

De manière à renforcer la collaboration des acteurs de l’insertion, des conférences territorialisées d’insertion (CTI) verront le jour à partir du mois de juin. Dans ces rencontres, les partenaires institutionnels auront pour mission de répondre aux attentes des acteurs de terrain (entreprises, organismes de formation, SIAE) et de les aider à mieux mettre en musique la réforme nationale du secteur, lancée en 2013.

(Source : http://www.seine-saint-denis.fr/Ameliorer-l-insertion-10452.html)

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ESTUDIO SOBRE FORMACIÓN Y EMPLEO

Más de 300.000 ni-nis con baja formación, en riesgo de «desempleo permanente»

El 58% de las oportunidades laborales de la próxima década será para aquellos con educación universitaria o de FP superior

Manuel Trillo, ABC, 4 de marzo de 2015

La recuperación económica y el relevo generacional darán más oportunidades laborales para los jóvenes en los próximos diez años. Entre 7,2 millones de puestos de trabajo en el escenario más pesimista a 9,7 millones en el más favorable. Pero no todos las aprovecharán igual. La diferencia estará en la formación.

 ás de 300.000 ni-nis (jóvenes que ni estudian ni trabajan) que carecen de estudios postobligatorios, es decir, que como máximo cuentan con la ESO, pueden permanecer en esa situación en la próxima década, según apunta el informe «La formación y el empleo de los jóvenes españoles. Trayectoria reciente y escenarios futuros», presentado este miércoles por la Fundación BBVA y el Ivie (Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas).

El estudio, elaborado por los investigadores del Ivie y profesores de la Universidad de Valencia Lorenzo Serrano y Ángel Soler, alerta de las carencias formativas de los jóvenes de 16 a 34 años y sus perspectivas de empleo.

Los jóvenes con estudios postobligatorios (desde bachillerato y FP a universitarios) tienen una probabilidad mayor de estar ocupados. En el caso de los que tienen FP superior, su ventaja frente a aquellos con sólo estudios primarios o secundarios obligatorios es de 10,7 puntos porcentuales y en el de los universitarios se eleva a 12,9.

En la actualidad, en torno a medio millón de jóvenes menores de 25 años ni estudia ni trabaja en España. De ellos, un 63,2% no tiene estudios postobligatorios, lo que supone que más de 300.000 ni-nis se encuentran en riesgo de estancarse en esas condiciones. «Si los jóvenes no retornan a la formación, pueden quedarse en una trampa de desempleo permanente», alerta el investigador Lorenzo Serrano.

Apenas habrá trabajo para quienes sólo completen la educación obligatoria (un 2,2%); en cambio, algo más de la mitad de las ofertas (58,4%) serán para quienes tengan educación superior, universitaria o profesional.

Pero no todo es cuestión de obtener un título. Además de los años de formación, el informe resalta la importancia de las competencias adquiridas en ellos. Un buen aprovechamiento educativo aumenta la probabilidad de inserción laboral en otros 13 puntos porcentuales, es decir, tanto como contar con estudios superiores. «Los títulos actúan como señal, pero las empresas también evalúan qué saben hacer con un título», explica Ángel Soler.

 

Las destrezas que se echan en falta

A las carencias de idiomas, se unen otras que tienen que ver con el liderazgo, la capacidad de trabajo en equipo y la experiencia adquirida en prácticas en empresas. En general, se trata de competencias que, al margen de los conocimientos propios de cada especialidad, permiten «manejarse en el mundo laboral, comunicarse y tomar decisiones en el mundo real», explica Serrano.

De acuerdo con el estudio de la Fundación BBVA y el Ivie, España se diferencia de muchos países de la OCDE por tener porcentajes altos de jóvenes en los niveles bajos de competencias y porcentajes bajos en los niveles de competencias elevados. Incluso entre los jóvenes con estudios superiores, advierte, escasea el nivel competencial más alto, que sólo alcanza un 5%, frente al 14,7% promedio de la OCDE. Estos resultados educativos, que los investigadores consideran «pobres», son «preocupantes» tras los esfuerzos realizados para facilitar el acceso a la educación y que apenas dejan margen de mejora para aumentar la cantidad de años de estudio, señalan.

Los investigadores no sólo cargan las culpas sobre las espaldas de las instituciones educativas, sino que «también las empresas deberían avanzar en dotar de formación a los empleados», plantean.

 

 

Las recetas para aprovechar las oportunidades laborales

El informe reclama un esfuerzo de administraciones, sistema educativo, empresas, familias y los propios jóvenes:

 

 

-Mejor funcionamiento de la enseñanza desde los niveles más básicos que reduzca el fracaso escolar, mejore los resultados educativos y aumente las competencias de los jóvenes

-Impulso a la formación dual y fomento de la implicación de las empresas en el proceso

-Reforzar las políticas activas de empleo, centrándolas menos en los subsidios y más en la formación y el asesoramiento personal al parado

-Iniciativas públicas y privadas más potentes que las actuales para mejorar la empleabilidad de los jóvenes escasamente cualificados, ya que sin ellas sus riesgos de exclusión laboral son elevados.

-Promoción del emprendimiento por parte de los jóvenes, con medidas como facilitar el acceso a la financiación y ofrecer complementos específicos de formación a los emprendedores

-Contar con emprendedores más formados es clave para mejorar el perfil de los puestos de trabajo y el uso más intenso y adecuado de trabajadores más cualificados

-Fomento de fórmulas de empleo más estable. La tasa de temporalidad afecta todavía al 40% de los jóvenes menores de 35 años, con efectos negativos en la adquisición de competencias y su uso productivo

-Refuerzo de los sistemas de evaluación de los resultados, tanto en el ámbito educativo como en el de las políticas activas de empleo.

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Patronal y sindicatos pedirán al nuevo Gobierno un plan de choque contra el paro

Proponen en un documento la atención personalizada para los desempleados mayores de 45 años

J.GONZÁLEZ NAVARRO/S.ALCELAY, ABC, 4 de febrero de 2016

La patronal y los sindicatos se han puesto ya a trabajar en la elaboración de un documento de consenso que presentarán al nuevo Gobierno con propuestas para reducir el paro, aumentar la eficacia de los servicios públicos de empleo, potenciar la formación, incidir en la lucha contra la economía sumergida y mejorar la protección social con más diálogo para negociar el futuro de las pensiones.

  es que ayer se celebró la primera reunión a la que asistieron el director de relaciones laborales de la CEOE, Jordi García Viña; la directora del departamento socio-laboral de Cepyme, Teresa Díaz de Terán; y los secretarios de acción sindical de CC.OO. y de UGT, Ramón Górriz y Toni Ferrer, respectivamente. De esa reunión ha salido un primer borrador de documento, al que ha tenido acceso ABC, con diez puntos clave, si bien fuentes consultadas explicaron que seguramente se añadirán más «asuntos» según avancen las negociaciones, aún sin plazo determinado.

A destacar, uno de sus objetivos priotarios: la necesidad de reducir la aún elevada cifra del paro (4.779.500 personas), a pesar de que el año pasado bajó en 678.200, según la reciente EPA (Encuesta de Población Activa) del cuarto trimestre de 2015. El borrador apunta varias iniciativas para rebajar el desempleo juvenil, cuya tasa es del 46,24% en nuestro país. Entre ellas sugieren la sustitución de las actuales bonificaciones a la Seguridad Social para los empresarios que contraten a jóvenes por «otros mecanismos», ya que «se ha demostrado su dudosa eficacia».

 Los agentes sociales también proponen un plan de choque contra el paro de larga duración que afecta sobre todo a los mayores de 55 años. Este colectivo supone el 12,6% del total de parados, según la EPA. Al cierre de 2015, había 602.600 desempleados mayores de 55 años frente a los 448.700 de 2011. Además, la mayoría de estos parados ya han agotado las prestaciones.

El borrador propone, por ejemplo, programas de orientación, formación, recualificación y/o reconocimiento de la experiencia profesional en coordinación con las comunidades autónomas y con la participación de los interlocutores sociales. En línea con estas propuestas, también hacen hincapié en los parados de más de 45 años, para quienes piden una orientación más personalizada que refuerce su empleabilidad.

Para mejorar el mercado laboral, los agentes sociales presentan soluciones para que mejore la eficacia de los servicios públicos de empleo, que actualmente colocan únicamente a menos del 5% de los desempleados. Por ello, la patronal desea que estos servicios públicos conozcan mejor las necesidades de las empresas para poder intermediar con los solicitantes de empleo. Asimismo, ambas partes quieren que se impulse la coordinación público-privada en la orientación, información, formación e inserción.

 

Formación dual

Otra propuesta clave es la de alcanzar un sistema de formación profesional que mayoritariamente pudiera incluirse en los parámetros europeos (Alemania, Austria, Holanda, Dinamarca y Suiza), de la denominada formación profesional dual. Sobre este asunto, el ministro de Educación, Cultura y Deporte en funciones, Íñigo Méndez de Vigo, dijo ayer que espera que en la próxima legislatura los alumnos de Formación Profesional Dual, que combina enseñanza en el aula y aprendizaje en la empresa, pasen de los 15.000 inscritos en el primer trimestre de este curso a los 100.000.

Empresarios y sindicatos también han pedido la confección de un mapa de prestaciones a nivel nacional para evitar vacíos y duplicidades en las ayudas que dan las distintas administraciones.

 

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INSERTION DES JEUNES DIPLÔMÉS : LES FORMATIONS QUI ATTIRENT LES RECRUTEURS, LES MÉTIERS QUI MARCHENT

 

CAPITALSAMUEL CHALOM,  PUBLIÉ LE 21/04/2017

9 diplômés sur 10 ont un emploi un an après leur sortie d'étude selon une étude de l'Apec parue jeudi 20 avril. Capital.fr vous aide à vous retrouver parmi les disciplines qui attirent le plus les recruteurs, et les métiers qui recrutent.

Après les promesses d’embauches à la hausse en 2017, c’est l’insertion des jeunes diplômés qui est au beau fixe cette année : 9 diplômés sur 10 ont un emploi un an après la fin de leurs études, selon le dernier baromètre de l’Apec publié jeudi 20 avril. Mais tous ces jeunes actifs ne sont pas logés à la même enseigne. L’insertion sur le marché de l’emploi varie selon la discipline de formation et le métier visé. Selon les chiffres de l’Apec, une formation en sciences technologiques garantit l’insertion la plus rapide : 69% des jeunes diplômés dans ce secteur déclarent avoir trouvé un emploi au bout de 6 mois, un chiffre qui monte à 87% au bout d’un an.

D’autres disciplines sont tout aussi proche des sciences technologiques en terme d’accès à l’emploi. Il y a d’abord les sciences humaines et sociales : 65 % des jeunes diplômés sont employés 6 mois après la fin de leurs études, 87 % au bout d’un an. Un score assez proche de ceux qui ont un background en droit, économie et gestion, avec 65 % d’insertion au bout de 6 mois, 80 % au bout d’un an. Plus étonnant, les métiers issus de formations en lettres, langue ou art s’en sortent bien, alors qu’il sont souvent présentés comme sans débouchés. 57% des diplômés de ce secteur sont employés après 6 mois, 77 % au bout d’un an.

À l’inverse, les diplômés en sciences fondamentales, aussi appelées “sciences dures” ont plus de mal que les autres à s’insérer sur le marché de l’emploi : seuls 53% ont été recrutés 6 mois après la fin de leurs études et, plus inquiétant, seulement 68% un an après.

Qu’en est-il des métiers exercés quand ces jeunes diplômés ont trouvé leur premier emploi ? Sur le podium, on retrouve les fonctions commerciales-marketing (20% des jeunes diplômés), devant les métiers de gestion, finance et d’administration (17%), ainsi que ceux d’étude, de recherche et de développement (13%). À la peine, sans grande surprise, la direction d’entreprise (1%), réservée à des profils plus expérimentés, la production industrielle, les travaux et chantiers (5%), ainsi que les postes dans la santé, le social et la culture (4%).

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PRIMERO DE MAYO

El día después: cómo será el mercado laboral tras la pandemia

Raquel Pascual Cortés, Cinco Días, 2 de mayo de 2020

            Pero el que la jornada de ocho horas se haya convertido en una quimera para millones de trabajadores es solo uno de los efectos negativos de la pandemia de Covid-19, que ha estallado como una bomba nuclear sobre la economía y las relaciones laborales del mundo entero y que España está sufriendo con especial intensidad.

La gran incógnita es cuántos de estos convulsos cambios que está experimentando el mundo laboral han venido para quedarse el día después de tener controlada la crisis sanitaria y cuáles no. Lo primero que ponen de manifiesto los expertos consultados es la enorme incertidumbre que existe acerca de estos futuros cambios, porque dependerán de cómo y cuándo se controle la pandemia.

Pero, más allá de esa premisa, la mayoría coincide en que hay dos cuestiones más susceptibles de perdurar tras la crisis que otras. Se trata, por un lado, del teletrabajo y la digitalización de los procesos productivos y, en segundo lugar, de los cambios de patrones de consumo, que podrían modificar muchas de las relaciones laborales, tal y como hoy las conocemos. […]

Pero entre los expertos hay quien advierte también que debido a la acelerada digitalización y automatización que están experimentando los agentes del mercado español, podría aumentar la brecha digital, ya que este proceso beneficiará a la parte alta y más cualificada de la pirámide laboral y podría perjudicar a los empleos que ya son más precarios e intensivos en mano de obra. […]

Además del teletrabajo, la digitalización y los nuevos patrones de consumo que cambiarán los modelos de negocio, Álvarez (UGT) cree que las empresas han visto otras potencialidades en los efectos de esta pandemia: el uso de los expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE) como mecanismo de flexibilidad interna alternativa a los despidos. “Espero que los empresarios se hayan dado cuenta de que los ERTE ya propician la flexibilidad necesaria en el mercado laboral y que esto sirva para reducir la temporalidad”, expone. […]

No obstante, en el colectivo de economistas tienen serias dudas acerca de que las empresas sigan recurriendo a los ERTE, sobre todo como alternativa a la temporalidad, si se mantiene la exigencia de no poder despedir durante los seis meses posteriores al fin del ajuste. Además, alertan de que este hipotético mayor recurso a los ERTE como algo definitivo en el mercado de trabajo supondría una socialización de las pérdidas de las empresas.[…]

 

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Economía

El Covid da alas a la formación continua y a una mayor oferta educativa universitaria

El afianzamiento de la educación a distancia durante el encierro posiciona a campus como Unir, que miran hacia América Latina ante el auge de las clases en línea

P. Sempere, Cinco Días, 2 de julio de 2020

 

[…]

Formación continua

Ni siquiera en los centros especializados en la tradición online, como es Unir, vaticinan una conversión generalizada al formato a distancia. Pero sí un cambio de tendencia que anime a los perfiles que tradicionalmente han huido de la formación permanente por todas las trabas que esta suponía en cuanto a horarios y compatibilidades. “A quien acaba de terminar el Bachillerato le recomendamos que vaya a una universidad presencial por todo lo que le aporta. Nuestro público es otro, el de aquellos perfiles de algo más de 30 años, con trabajo, con familia, y que quieren seguir formándose”, recalcó Puyol.

La formación permanente es uno de los lastres que acarrea España, con una economía en la que los perfiles que se mueven entre el paro permanente y los trabajos temporales son difícilmente reciclables. Según datos de Eurostat, solo el 10,5% de la población española de entre 26 y 64 años continúa formándose durante su vida laboral, en sintonía con la media de la UE (11,1%), pero lejos de Francia y Países Bajos (19%) o Finlandia y Suecia (29%). […]

Otra de las ventajas de este formato, incidió Puyol, es la total adaptabilidad “respecto a los horarios, a la cantidad de gente en cada clase, a la oferta, a la demanda y a la flexibilidad”, algo que piden tanto las compañías como los profesionales que deciden sumar algún título a su currículo sin tener que verse obligados a adaptar su trabajo y su horario a las clases presenciales.

Lo mismo sucede con las prácticas para las empresas, para las que el formato de la educación a distancia supone una ventaja competitiva. “Tenemos que insistir en la formación de competencias más que de contenidos. Para ese reciclaje que reclaman muchos empleadores, la formación online es perfecta, porque subsana una carencia formativa en muy poco tiempo”, subrayó Puyol. […]

 

LAS NOVEDADES QUE TRAE EL AUGE DE LA FORMACIÓN A DISTANCIA

 

Una educación más técnica. La pandemia de coronavirus ha puesto de relieve que la formación en algunas disciplinas más técnicas y científicas, como las STEM (ciencias, tecnologías, ingenierías y matemáticas, por sus siglas en inglés), pueden llevarse a cabo de forma virtual sin ningún problema. Tradicionalmente, la educación a distancia ha estado más vinculada a otras ramas de carácter social o de humanidades, como el Derecho, la Historia o la Economía. Si hace ya un tiempo que esa idea se empezó a romper, alegó Mariano Jabonero, el encierro ha terminado por confirmarlo. “Hace un tiempo nadie pensaba, por ejemplo, que la Formación Profesional pudiese desarrollarse a distancia”.

 

Nueva filosofía. “Vivimos en una sociedad y cultura muy visual, y cuando no interesa algo durante cinco minutos cambias de canal. No vale la misma clase o método de forma virtual que presencialmente”, explicó Jordi Sevilla. Por ello, los centros que quieran estimular el formato a distancia tendrán que adoptar nuevos modelos e ideas para conseguir retener y enganchar a sus alumnos. Hay formas de hacer las cosas diferentes: “Por ejemplo, que el alumno escuche primero la clase o el tema concreto, y que luego la clase sirva para el debate. La pandemia ha hecho de catalizador para que estas fórmulas empiecen a despegar”, subrayó Carolina Jeux.

 

Investigación. Uno de los puntos en el que las universidades de toda la vida destacan es el que hace referencia al ámbito científico e investigador, una pata que se ha visto algo más dañada durante el confinamiento por la imposibilidad de acceder desde casa a ciertos equipos e infraestructuras necesarios. “Todo ha sido improvisado y no ha dado tiempo a planificar, pero el ámbito investigador es uno de los que habrá que repensar con más fuerza”, señaló Miguel Ángel Sastre.

 

Burocracia. La lentitud con la que lo oficial reconoce nuevas titulaciones en un mundo en el que el conjunto de saberes varía y cambia constantemente, prosiguió Rafael Puyol, es uno de los lastres que los centros que imparten titulaciones a distancia pueden intentar salvar, ya que el hecho de haber nacido en plena ola tecnológica les aporta mayor flexibilidad.

 

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Estas son las tendencias y los riesgos que marcarán el desarrollo de la IA en la educación

Las herramientas de inteligencia artificial seguirán implementándose, pero con cada oportunidad vendrán también peligros que hay que saber afrontar

Nacho MENESES, El País, 5 de enero de 2024.

Dice el refrán que “no se le pueden poner puertas al campo”. Si lo comprendes, estarás entonces en condiciones de imaginar hasta qué punto la incorporación de la inteligencia artificial (y de la IA generativa) contribuirá a redefinir la enseñanza y el aprendizaje […]. El hecho de que sus inmensas posibilidades acaben suponiendo una ventaja o un contratiempo depende enteramente de cómo decidamos afrontar el desafío que representa. […]

“La etapa “defensiva” ante la IA generativa [el hecho de que algunas instituciones tomaran la medida de prohibir, o intentar prohibir, su uso en 2023] es comprensible, pero deberíamos dejarla atrás y no solamente reconocer su inevitabilidad, sino verla como una herramienta valiosa para la educación”, sostiene Guillem García Brustenga, analista de tendencias […] de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC). Una tecnología cuya popularidad y facilidad de uso obliga –y ahí radica la dificultad– a una profunda transformación de los enfoques pedagógicos, para conseguir que las herramientas de IA sean, más que un sustituto, un valioso apoyo en la labor del profesorado.

Las posibilidades de la IA en el ámbito educativo son, como en tantos otros, casi infinitas, facilitando un aprendizaje más dinámico y personalizado, según el ritmo y los intereses de los propios estudiantes; la automatización de las tareas más administrativas y la creación de materiales y recursos educativos, entre muchas otras ventajas. Desde el punto de vista del docente, es ya una herramienta de gran ayuda a la hora de elaborar programaciones didácticas o presentaciones para seminarios; encontrar ideas creativas para el aula o diseñar pruebas de evaluación tipo test. Las posibilidades siguen, y con ellas vienen también no pocos riesgos de los que hay que ser conscientes para conseguir optimizar su uso.

Las tendencias de IA generativa para 2024

“El despliegue de la IA en la educación ofrece oportunidades tanto de personalización del aprendizaje como de atención a la diversidad, mejorando el proceso de acompañamiento y obteniendo un impacto especial sobre determinados colectivos”, afirma Fernando Castelló Sirvent, profesor e investigador de la Universidad Politécnica de Valencia. No obstante, según la forma en que se implementa la IA, esta podría ayudar a potenciar o, por el contrario, inhibir, el pensamiento crítico de los estudiantes, “lo que, en el segundo caso, conduciría a un aumento de las brechas de desigualdad preexistentes”, añade, “entre otros riesgos como una excesiva dependencia tecnológica del alumnado, los desafíos sobre la integridad académica o problemas de privacidad”.

No conviene olvidar, en cualquier caso, que la innovación tecnológica ha de tener un propósito pedagógico concreto, más allá de hacerlo “porque sí”. “Para ello, hace falta identificar en qué procesos y momentos la IA generativa nos puede ayudar a hacer nuestro trabajo más eficiente y de calidad, y usarla como un asistente y no como un sustituto”, argumenta García Brustenga. El investigador, junto con Desirée Gómez Cardosa, ambos especialistas en tendencias del eLinC, señalan en este contexto las seis tendencias principales que protagonizarán la evolución de la inteligencia artificial en las instituciones educativas a lo largo del 2024:

  1. Vídeos multilingües con avatares. Esta tecnología, una de las más novedosas, consiste en incorporar la IA en la creación de vídeos mediante lenguaje natural y avatares generados por inteligencia artificial, ya sea de personajes reales o imaginarios. Unos avatares que pueden “hablar e interactuar en una variedad de idiomas, ofreciendo una experiencia educativa más personalizada y accesible a escala global”, señalan los autores. “Podemos imaginar que facilitarán el acceso a la educación en diferentes idiomas, rompiendo barreras lingüísticas y geográficas”, añade García Brustenga. En el lado opuesto, el riesgo de que esta tecnología dé pie a la desinformación o la suplantación de identidad.
  2. Ayuda en la preparación de asignaturas. Las herramientas de IA, como el popular ChatGPT, son útiles para elaborar planificaciones didácticas; encontrar ideas para trabajar competencias transversales; innovar en metodologías docentes; encontrar actividades y recursos educativos en internet; o facilitar la evaluación de los alumnos.
  3. Apps educativas. Las empresas emergentes especializadas en tecnología educativa continuarán desarrollando herramientas tecnológicas basadas en IA para crear contenidos, simplificar tareas, gestionar clases y mucho más.
  4. Experiencias de aprendizaje personalizadas. El aprendizaje adaptativo basado en la IA generativa y la evolución de los estudiantes tiene como objetivo el optimizar la educación en función de las necesidades únicas de cada alumno, adaptándola según su rendimiento, tiempo y preferencias.
  5. Creación de contenidos educativos como infografías; generar presentaciones de diapositivas con herramientas como SlidesAI o Tome; convertir texto en imagen o vídeo...
  6. Integración de la IA en los estudios artísticos, a través de la creación de imágenes y vídeos con herramientas como Midjourney, DALL-E o Runway. “La IA puede generar obras de arte visuales complejas, asistiendo al proceso creativo y ofreciendo nuevas perspectivas y herramientas a los artistas”, explican García Brustenga y Gómez Cardosa. En el lado de los riesgos, las dudas que persisten sobre las posibles violaciones de la propiedad intelectual.

El desarrollo de la IA dependerá, no obstante, de factores como la infraestructura tecnológica (el acceso a la tecnología adecuada y la conectividad a internet son esenciales); la formación digital y en el uso de la IA de los docentes; una cultura de innovación en cada centro; contar con el presupuesto y recursos necesarios y unas políticas y normativas educativas que influyan adecuadamente en la adopción de la IA. […]

 

Los riesgos de la IA en la educación

Como ya se ha indicado, la adopción de la IA no implica solo ventajas y posibilidades, sino también numerosos riesgos de los que se debe ser consciente. El uso de la inteligencia artificial por parte del profesorado puede, por ejemplo, llevar a una delegación desmedida de funciones propias de los docentes; y como una IA es tan buena como la información que se le ha suministrado para entrenarla, podría también darse el caso de que fuera víctima de ciertos sesgos que hicieran que la información obtenida no sea del todo precisa. La gestión de datos confidenciales de los estudiantes y las instituciones puede, por otra parte, representar un desafío si no se cuenta con protocolos de seguridad establecidos.

Además, esgrime Castelló, “encontrar un equilibrio entre el uso de la tecnología y las metodologías tradicionales es vital para prevenir una dependencia excesiva de la inteligencia artificial” que haga menguar el valor de la interacción humana; un factor que obliga a formar adecuadamente a los docentes (y a las instituciones) en la gestión de tecnologías educativas. Y también se puede provocar un posible incremento de la brecha tecnológica, ya que un acceso no equitativo puede crear desigualdades entre estudiantes de entornos socioeconómicos diferentes.

Castelló se hace también eco de quienes inciden sobre el riesgo que la IA podría representar “al dar continuidad a cierta tendencia de relajamiento del nivel universitario y, en particular, ofrecer una falsa percepción de autoridad por parte de futuros egresados (y, por lo tanto, futuros profesionales) que hayan seguido su proceso de culturización desde un uso reiterado y compulsivo de herramientas como ChatGPT o Bard”, y caer por lo tanto en sesgos de percepción sobre el nivel real de su propio aprendizaje y sobrevalorar su propia competencia.

 

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